El Club de los Libros Perdidos nace en Buenos Aires (Argentina) gracias a Facundo Bonomi, profesor documentalista de la Universidad Nacional La Matanza en la provincia de Buenos Aires y que desde 2011 viene realizando la siembra mundial al inicio de cada estación.
Nosotros, El Club de los Libros Perdidos de Granada, desde agosto de 2015 estamos realizando las Siembras Colectivas de Libros por las calles de Granada y otros municipios como Jun, La Zubia, Pulianas… como aportación a la sociedad para difundir, incentivar y facilitar la lectura de un modo lúdico.
En Granada, desde hace años, hay personas que también vienen realizando esta actividad en sus comercios y lugares de trabajo. Destacamos a Concha López que, desde la ventana a nivel de calle de su domicilio en Calle Molinos, nº 61 deja libros a disposición de los peatones; ella le llama: “Ventana abierta a la cultura que da la lectura”. Alicia ha tenido durante varios años un punto de intercambio de libros en su panadería de la calle Artesano Molero y Pepe en su Bar Entresuelo de la plaza san Agustín dispone de un “Punto de Trueque de Libros”.
Nosotros no hemos descubierto nada si no más bien hemos venido a sumar. Queremos “sembrar” cultura para recoger más cultura.
La idea es “sembrar” (dejar) un libro en un espacio público (parque, supermercado, bar, transporte público, cine, museo, parada del bus, junto a estatuas o monumentos, en una ventana, en el pretil de un puente, en un banco de un paseo, etc.) para que otra persona, a la que no conocemos, si le gusta el título, lo recoja, se lo lleve a su casa, lo lea y que lo vuelva a sembrar en otro lugar público.
Queremos sacar los libros almacenados en los trasteros y/u olvidados en las estanterías y que no vayan al contenedor de basuras. NO hay ningún interés lucrativo ni político-religioso.
La siembra de libros se puede realizar cualquier día del año y en cualquier lugar, pero para hacer una difusión más activa en los medios de comunicación y en las redes sociales, se está realizando a nivel mundial al inicio de las 4 estaciones (primavera, verano, otoño e invierno).
Puede participar de la propuesta toda persona que lo desee, pues es una actividad abierta a todas las edades y la puede hacer en familia, con amistades, en solitario, con su mascota…
Para participar: busca algún libro de tu casa y regístralo en nuestra web. Al registrarlo, te mostrará una etiqueta que deberás pegar en la primera página del libro. Esta etiqueta genera un código único que permitirá que el libro viaje por los distintos lugares sin perderse, además de permitir que vuelva a ser sembrados por los siguientes lectores.
Además, puedes escribir una dedicatoria junto a la etiqueta, hacer alguna foto del lugar o entorno donde está siendo leído/sembrado, así como dejar alguna observación en la web a la hora de registrarlo. Cuanta más información aportes a la hora de sembrar el libro, más sabremos sobre las aventuras que está disfrutando!
Si por cualquier motivo no puedes participar en los recorridos que realizamos al inicio de las 4 estaciones y tienes libros que te gustaría que siguieran “impartiendo conocimientos y sueños” puedes avisarnos y pasamos por tu domicilio a recogerlos o también los puedes llevar a alguno de los 40 lugares fijos que ya tenemos en Granada y en otros municipios cercanos. Estos Puntos Fijos son lugares con doble utilidad: lugares de “siembra” y lugares de “recolección”. Te damos dos recomendaciones:
a.- No lleves a estos puntos fijos más de 2 libros pues son comercios y/o instituciones que altruistamente colaboran con el club y muchos de ellos no disponen de espacio físico en sus almacenes. En la sección “Localiza un libro” podrás encontrar los puntos fijos de entrega y recogida.
b.- Por razones obvias no podemos aceptar libros de formato muy grandes, ni diccionarios, enciclopedias generales o temáticas, ni libros de texto, ni lo dedicados a temas muy técnicos o especializados en asuntos muy específicos (electrónica, informática, física, medicina… son materias que pierden actualidad al paso de pocos años), pues el objetivo es que el ciudadano lo recoja y lo lea en ese parque o lugar donde lo ha encontrado, o se lo lleve a su casa para leerlo y posteriormente volver a sembrarlo.